Hero Image

Noticias

“Hay que hacerse cargo del destrozo ambiental que estamos generando antes de que sea demasiado tarde”

Carles Busuldu estudió Ciencias Ambientales en su natal España y llegó a Chile para hacerse cargo de los problemas que le preocupan. Hoy trabaja en divulgación científica enseñando a niñas y niños sobre el desafío de cuidar el medio ambiente y gestiona residuos para empresas de la región del Biobío.

Carles Busuldu no deja de hacerse preguntas. Nació en Manresa, una pequeña localidad de España y llegó a Chile en 2014. Inquieto, como es, desde pequeño se interesó mucho por la naturaleza y a medida que fue creciendo aparecían y aparecían interrogantes: ¿Cómo funciona el mundo? ¿Qué son los ecosistemas? En las ciencias naturales, encontró algunas respuestas y mientras se preparaba para terminar su educación secundaria, comenzó a preguntarse qué iba a estudiar. ¿Seré biólogo? ¿Seré físico? ¿Seré químico? 

Después de mucho buscar encontró “Ciencias Ambientales”, una carrera de la Universidad Autónoma de Barcelona que entregaba conocimientos de sociología e historia ambiental, donde se abordaban problemas urgentes y se respondían interrogantes desde muchos puntos de vista. 

Justo antes de titularse, Carles vino a Chile a hacer su tesis. Una de sus profesoras había trabajado con una docente de la Universidad de Concepción en temas relacionados a huella de carbono lo que, justamente, le interesaba mucho. Con tres amigos llegaron en 2013 y les gustó la ciudad, su naturaleza y el tamaño de la urbe. Un año más tarde se trasladó definitivamente a la capital del Biobío y desde acá no se ha movido desde entonces.

HACERSE CARGO

El lugar favorito de Carles Busuldu en la región es Alto Biobío. Le gusta por las montañas, los volcanes, los paisajes y los bosques de araucarias. Se siente cómodo en la naturaleza y se pregunta constantemente cómo poder protegerla más y mejor. Admira a Greta Thunberg y su lucha contra el calentamiento global. “Me he preguntado mucho cómo se puede generar un cambio. Y educar y mostrar que las cosas se pueden hacer de otra manera, es una de las respuestas que he encontrado”.

 Por eso en 2017, junto a su pareja que es geógrafa y también está muy interesa en el medio ambiente, decidieron emprender con un proyecto donde pudieran impactar positivamente en el mundo y a la vez, poder generar recursos. “La idea era, mediante herramientas tecnológicas, poder ir a colegios, a espacios públicos o privados a hacer actividades educativas. “Por ejemplo, nos instalábamos con un domo, un planetario inflable, y hacíamos charlas para 30 personas adentro. Hablábamos del espacio y de la naturaleza y la gente escuchaba las maravillas del cosmos y salíamos de ahí pensando que algunas de esas personas iban a cambiar algo de sus dinámicas diarias”. 

Pese a que ese emprendimiento se acabó con la llegada de la pandemia, fue el inicio de un área de trabajo que hasta hoy realiza: la educación y divulgación científica. Dentro de eso destaca su trabajo en un programa del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio que se llama Cecrea y que busca acercar las ciencias y el medio ambiente a estudiantes de educación primaria y secundaria en la comuna de Los Ángeles. Además, trabaja como encargado de un proyecto de gestión de residuos para una empresa de la región del Biobío.

“De la empresa Biobío Recicla nació la consultora Biobío Ambiental para trabajar en la gestión de residuos y en la huella de carbono de las empresas de la región. En ese proyecto fui invitado a participar y ahí abordamos residuos electrónicos, madera y plástico. Nuestro objetivo es que las empresas hagan más responsable su labor e intentamos que llegue la menor cantidad de desechos posible al relleno sanitario”. 

Para Carles, ambos trabajos son muy importantes. “Es súper gratificante salir de una sala de clases sabiendo que la actividad funcionó. Por otra parte, también me gusta mucho la otra pega que es solucionar problemáticas medioambientales”, dice.

Lo anterior es parte de la visión que él tiene sobre la importancia de enfrentar la situación medio ambiental que estamos viviendo. “Me preocupa que a estas alturas del siglo aún tengamos centrales termoeléctricas en la región, con el coste en emisiones de gases de efecto invernadero que supone o la contaminación local que provocan. O que, básicamente, toda la basura que generamos vaya a un par de vertederos que están casi llenos. Hay que hacerse cargo del destrozo ambiental que estamos generando antes de que sea demasiado tarde”. 

ODS Y BIOBÍO

Las preguntas que se ha hecho Carles durante toda su vida lo ayudan a proponer soluciones integrales. “No podemos observar los problemas desde un solo ángulo, hay que ampliar el prisma. Cada sector económico tiene sus desafíos: la sequía, la contaminación, la sobrexplotación etc., y sólo resolveremos las problemáticas con una mirada transversal”, dice.

Por eso es optimista cuando piensa en la región del Biobío. “Hay mucho conocimiento y formación en las personas de esta región. Además de conocimientos antiguos y las otras formas de ver el mundo que aportan los pueblos originarios. También existe una gran capacidad para generar energías renovables que hagan que dejemos de depender de los combustibles fósiles”, detalla.

En esa línea, cree que la región del Biobío debe estar llena de bosque nativo y reservas naturales. “La imagino siendo un polo de energías renovables, de transporte sustentable con mucho tren. La imagino habiendo hecho una transición ecológica hacia una economía circular”, afirma.

También destaca el programa RedBíos y cree que tiene un gran potencial para impactar positivamente en la región. “Me pareció una idea innovadora, diferente. No solo era ir a hacer un diplomado, es conectar personas para que puedan generar cambios. Me llamó mucho la atención poder conocer personas que podrían tener objetivos similares. La experiencia ha sido muy buena. De hecho, he podido hacer un buen grupo de amigos y amigas con las que seguimos interactuando a nivel profesional y también de amistad”.

Para Carles, los diferentes profesionales que forman parte de RedBíos deben proponer ideas y soluciones bajo el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que generen un impacto real. “Los ODS son una guía excelente para saber si una actividad económica debería cambiar o está en el camino correcto. Se tiene que acabar el lucro por el lucro. Si alguna actividad económica daña el medio ambiente o no puede mitigar su impacto no debería ser permitida. Seamos pioneros en nuevas fuentes de energía, en materiales reciclables, en hacer la transición hacia una economía más circular”, concluye. 

Contáctanos