Los intereses de Sebastián Cruz son múltiples y encajan con su personalidad de emprendedor inquieto. Dice que en sus ratos libres practica pádel o ajedrez, también escucha música y le gusta aprender sobre emprendimiento, innovación y negociación. Recomienda el libro Never Split the Difference, de Criss Voss, empresario, autor y académico estadounidense, que lo inspira en su proyecto Newold, una iniciativa que permite vender productos tecnológicos que no estén siendo ocupados en el hogar, de manera rápida y segura para que tengan un nuevo uso.

Pero antes de eso, Sebastián tuvo un camino laboral más tradicional. Trabajó en ENAP porque quería ganar experiencia en una empresa grande. Ahí administró contratos millonarios y lideró exitosamente negociaciones con proveedores, además de ayudar a planificar y mejorar los servicios contratados, según los objetivos estratégicos.  

Pero cuando llevaba casi cinco años tomó la decisión de buscar otro rumbo. Se fue a viajar por el sudeste asiático y al regreso participó de un proyecto Corfo para mecanizar los sistemas de pesca artesanal. Ese emprendimiento lo dejó entusiasmado porque notó inmediatamente el cambio que podían producir sus acciones en las personas: “mecanizando el proceso logramos mejorar la calidad de vida de los pecadores, reduciendo la fuerza y lesiones por fatiga que tenían”. Eso lo marcó y lo hizo pensar en desarrollar más proyectos que mejoraran la vida de la gente. Más pequeños que una gran empresa, pero también con más control y con más posibilidades de generar cambios rápidamente. 

INNOVAR

Cuando le preguntan a Sebastián cuál es su ocupación, responde que busca necesidades que puedan ser satisfechas de una forma óptima, con el fin de mejorar la calidad de vida y facilitar tareas o procesos. Sus dichos los respalda con acciones. A su proyecto Newold se suma otro, que está desarrollando para generar resúmenes de las videollamadas. Una iniciativa que cobró una relevancia impresionante durante la pandemia del Covid-19 y que lo encamina más a lograr su sueño: “generar empresas donde las personas trabajen a gusto y sean felices”.

Le interesa seguir ese camino desde la innovación y lo reitera durante la entrevista. Quiere hacer la diferencia y proponer soluciones creativas que generen desarrollo económico, sin perder el foco social y medioambiental. De esa manera explica el rol que debe tener un agente de cambio y confiesa que, en un mundo marcado por el calentamiento global, no queda más que repensar la forma de hacer negocios. “Considerando que la mayor parte de la contaminación proviene de grandes empresas, creo que sería bueno colaborar e implementar proyectos que los ayuden a disminuir la huella de carbono o generar nuevas formas de producción menos invasivas”, afirma.

Asimismo, se explaya en la importancia de ser un agente de cambio. “No sabría decir el momento exacto, pero siempre he tomado un rol de liderazgo y creo que es una forma de influir en los demás y tratar de guiarlos hacia donde uno cree que es mejor para el bien común”.

Lo anterior está especialmente vinculado con la región. A Sebastián le interesa contribuir en Biobío y le preocupan varios problemas presentes en la región. “La gran desigualdad que existe en niveles socioeconómicos y educacionales, dificultan la movilidad social. Económicamente, me parece que hay zonas que han sido históricamente rezagadas, como Lota. Creo también que hay mucha dependencia de las industrias y debemos buscar otros rubros en los cuales generar empleo. Medioambientalmente pienso que el principal problema recae en la mega sequía y falta de agua en algunas comunidades, lo que repercute en las actividades agrícolas y consumo, mermando la calidad de vida que tienen”.

SOSTENER

De la región, su lugar favorito es la Laguna Chica de San Pedro de la Paz. Le gusta mucho estar ahí, tan cerca de la ciudad y a la vez con tanta tranquilidad, porque representa un tipo de desarrollo armónico con la naturaleza, que a él le importa mucho potenciar. “Biobío tiene grandes paisajes donde podría fomentarse el turismo para la generación de empleo. Tiene recursos naturales como bosques, que podrían plantarse con árboles nativos que no consuman tanta agua y ríos de los cuales puede aprovecharse el caudal para obtener energía limpia, lo que podría complementarse de la energía proveniente del sol y viento”, comenta.

Además, le parece importante destacar iniciativas como el hidrógeno verde “que generará miles de empleos”, pero también emprendimientos más pequeños “que consideran el diseño y comercialización de productos más fáciles de reciclar o bien reutilizados, tener una mejor logística e incentivar el consumo de productos locales para impulsar la economía local y desarrollo de las comunidades aledañas”.

Por lo mismo, recomienda planificar y desarrollar los proyectos partiendo con una mirada sostenible desde el comienzo, para lo que resulta clave que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) estén alineados con incentivos y desincentivos económicos, complementarios al cambio sociocultural. “Creo que el principal factor que podría obstruir alcanzar esta visión es no lograr bajar los ODS a nivel operativo, es decir, impedir que se logre generar un cambio sociocultural que permita que las personas y empresas tengan la convicción y necesidad de avanzar de la mano con un desarrollo sostenible”.

De ese desarrollo, que quiere impulsar desde sus emprendimientos y que está establecido en la Estrategia Regional de Desarrollo 2030, habla cuando sueña la región del futuro: “La imagino ocupando un 100% de energía renovable, con políticas de cuidado de medio ambiente que sigan efectivamente las empresas, con un porcentaje mayor de personas que reciclen, con más techos verdes, con comunidades alejadas que cuenten con acceso al agua y con mayor cuidado y distribución de los recursos que nos entrega el planeta, viviendo en una sociedad más consciente y empática con las nuevas generaciones y donde prime el bien común”.

VINCULAR

A Sebastián le emociona ver a una persona sacrificando lo poco que tiene por los demás. Esa mirada sobre el impacto que puede tener alguien sobre el resto de la gente, lo llevó a integrarse a RedBíos UDD para encontrarse con otras y otros agentes de cambio y construir en conjunto proyectos con alta repercusión en la sociedad. “Me pareció interesante el agrupar y convocar personas para implementar cambios. Siempre he creído que los mayores agentes de cambio son los emprendedores e innovadores, ya que convierten ideas en realidad y me interesó formar parte de algo que pudiese generar cambios positivos a la comunidad y medioambiente”.

Estos meses en el programa han sido para él una experiencia muy enriquecedora y que tiene muchas oportunidades de seguir creciendo. “La Red cuenta con personas muy diversas, de distintas profesiones y edades, lo cual hace que aprendamos más de otras áreas del conocimiento y experiencias. Me la imagino en el futuro vinculándose con los organismos que manejan presupuestos y toman decisiones en la región, como el Gobierno Regional, Corfo, los gremios empresariales y las comunidades”.