Ignacio Toledo Román
Coordinador Analytics / Data Scientist Programa RedBios UDD
Cuando hablamos de los efectos adversos del calentamiento global nos cuesta entender lo que realmente significa. No se trata solamente del aumento de uno o dos grados de temperatura, sino del drástico aumento de la frecuencia de los eventos climáticos extremos.
En tan solo una semana hemos sido testigos de una seguidilla de este tipo de eventos, como las inundaciones en Alemania y en China, la ola de calor y la violenta granizada en Reino Unido, y los incendios forestales descontrolados en la costa oeste de Estados Unidos y de Canadá. Imagine ahora los próximos treinta años.
Al igual que la pandemia de Covid19, los eventos climáticos golpearán con mayor fuerza a la población más vulnerable. Cada año que tardamos en tomar acciones para atenuar el cambio climático, más drásticas se vuelven las medidas que vamos a tener que tomar sobre nuestros modos de producción y consumo.
Las pequeñas y medianas empresas tienen la ventaja de poder reaccionar rápidamente y liderar este proceso, pero la falsa idea de que apostar por la sostenibilidad solo trae costos las mantiene atrapadas en una continua tragedia de los comunes. Las políticas que les exigen mayor compromiso a las empresas, como la Ley REP, deben ser acompañadas también por medidas de apoyo que permitan romper con los círculos viciosos y visualizar la sostenibilidad como una oportunidad y no como una amenaza.
La incorporación estratégica del diseño como motor para la innovación sostenible tiene el potencial de aumentar la competitividad en las Pymes, aportando de forma concreta al medio ambiente y al mismo tiempo mejorando la calidad de vida de las personas. Un ejemplo de esto son los proyectos ganadores del premio “Diseño Responde”, iniciativa liderada por la Facultad de Diseño de la Universidad del Desarrollo y la fundación danesa The Index Project.
Debido a las características de su matriz productiva la Región del Biobío tiene un gran potencial para desarrollar innovaciones sostenibles impulsadas por el diseño. Iniciativas como el Programa TIDEM y el Programa RedBios, ambos liderados por la Facultad de Diseño UDD y financiados por el Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional del Biobío, buscan explotar este potencial posicionando el diseño como una herramienta estratégica para la innovación en las Pymes de la Región con foco en la transferencia de conocimientos en diseño, tecnología, sostenibilidad, y negocios.
Si bien estas iniciativas son un gran avance, no es suficiente. Debemos aumentar aceleradamente la concientización, promoción, apoyo y financiamiento del diseño e innovación sostenible. Esto nos permitirá abordar de forma creativa los desafíos globales y nos acercará al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Pero para ello, primero debemos entender que la mayor amenaza es no hacer nada.